La regla general que rige la determinación de la distribución de la jornada ordinaria de trabajo es la libertad de las partes. Mediante convenio colectivo o mediante contrato se concretan los períodos ordinarios de trabajo y de descanso. Sin embargo, esta libertad está sometida a algunas limitaciones y condiciones de carácter legal.

 

El trabajador tiene derecho a adaptar la duración y distribución de la jornada de trabajo para hacer efectivo su derecho a la conciliación de la vida personal, familiar y laboral , en los términos que se establezcan en la negociación colectiva o en el acuerdo a que llegue con el empresario, que, en cualquier caso, debe respetar lo previsto en aquélla. Para ello, debe promoverse la utilización de la jornada continuada, el horario flexible u otros modos de organización del tiempo de trabajo y de los descansos que permitan la mayor compatibilidad entre su derecho y la mejora de la productividad en las empresas.

 

Es posible establecer la distribución irregular de la jornada a lo largo del año mediante convenio colectivo o por acuerdo entre la empresa y los representantes legales de los trabajadores. A falta de pacto, la empresa puede distribuir de manera irregular a lo largo del año el 10% de la jornada de trabajo.   Sigue leyendo →